domingo, 23 de febrero de 2020

EL PRISIONERO DE ZENDA DE ANTHONY HOPE HAWKINS


         “El prisionero de Zenda” de Anthony Hope Hawkins es un clásico de la novela de aventuras. Es un libro que tiene todos los ingredientes para convertirse en intemporal; como dice Arturo Pérez-Reverte pertenece al “muy selecto club de libros que nunca envejecen”.
        Y… ¿Por qué? Pues porque lo tiene todo; lugares, paisajes y castillos legendarios, héroes caballerescos, amistades inquebrantables, amores imposibles, enemigos irreconciliables, feroces e inteligentes, princesas hermosas con profundo sentido del deber, siervos fieles hasta la muerte… Todo ello enmarcado en una acción atrayente, trepidante por momentos.
        La narración arranca en Inglaterra donde Rodolfo Rassendyll, un joven perteneciente a una familia noble británica, pelirrojo y de nariz puntiaguda, peculiaridades físicas heredadas de un romance vivido entre una antepasada suya y un miembro de la realeza de Ruritania, decide emprender un viaje a ese país (imaginario, no lo vayamos a buscar en un mapa) de la Europa del siglo XIX, con motivo de la coronación del nuevo rey; su primo lejano. La casualidad le hará conocer a su pariente, hecho que provoca la consiguiente sorpresa; son muy parecidos físicamente. El noble inglés será invitado a compartir mesa esa misma noche con su primo lejano y su más íntimo séquito; es el día antes de la investidura. A la mañana siguiente todos descubren que el futuro rey Rodolfo sufre una indisposición y no podrá acudir a la ceremonia; probablemente haya sido drogado.
        En Ruritania, la población está muy dividida entre los partidarios del que va a ser nuevo rey, Rodolfo, y su hermano Miguel el Negro, querido entre las clases populares. Los más fieles e íntimos colaboradores de Rodolfo deciden que no se puede aplazar la coronación, y convencen a Rassendyll para que sustituya a su primo lejano en ese acto. Mientras esto sucede, el verdadero rey es secuestrado y llevado al Castillo de Zenda, propiedad de su hermano donde permanecerá prisionero. Miguel el Negro sabe que Rodolfo Rassendyll es un impostor.
        El noble Rassendyll vivirá múltiples aventuras junto con los principales fieles del rey encarcelado, con el único objetivo de rescatarlo, mientras debe hacer frente, con responsable y galante caballerosidad, al amor imposible que surge entre él y la bella princesa Flavia, la prometida del rey Rodolfo.
        Y hasta aquí os cuento porque merece la pena disfrutar de este clásico de la novela de aventuras; uno de los mejores libros que he leído.      

2 comentarios:

  1. Necesito vacaciones para leer, todo lo que nos recomiendas.
    Creo que esta lectura es de las que enganchan.

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    1. Hay que sacar tiempo de donde sea para poder disfrutar de obras como ésta.

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