jueves, 28 de junio de 2018

EL SECRETO DE CRISTO DE RONALD CUTLER




Josh Cohan es un arqueólogo americano que, viajando por Israel y guiado por un instinto o percepción especial, encuentra una vasija con un manuscrito que podría resultar ser un descubrimiento fascinante si la datación lo autentifica como escrito por el propio Jesucristo; podría cambiar la historia del cristianismo.
        El arqueólogo se pone en contacto con la AAI (Autoridad de Antigüedades de Israel) para comunicar el hallazgo, algo obligatorio para no incurrir en delito en ese país. Allí negociará su inclusión en el grupo de especialistas que se encargarán de investigar sobre el curioso y preciado descubrimiento; entre los miembros de este equipo están Moshe y su bella hija Danielle, de la que se enamorará el arqueólogo americano.
        La existencia del manuscrito despierta el interés de una organización secreta, los Guardianes, una secta extremista, peligrosa y violenta cuyo origen se remonta a la época de los primeros cristianos, que siguen unas enseñanzas supuestamente próximas a San Pablo. Ellos intentarán hacerse con el manuscrito y no dudarán para ello en recurrir al secuestro, la extorsión y al asesinato.
        La historia transcurre por tanto entre el deseo del protagonista por llevar a buen puerto su investigación y dar a conocer el contenido de su hallazgo y la lucha que mantiene por proteger a su amada y por mantener fuera del alcance de los Guardianes su hallazgo
        La narración se desarrolla en Jerusalén y sus alrededores. Al autor ha ambientado la novela en el Israel actual, lugar de donde se mezclan culturas y se suceden conflictos desde épocas inmemoriales. Además, parece conocer bien la ciudad y sus alrededores, sus monumentos y edificios.
        Desde que junto palabras con cierto sentido literario, me gusta leer y fijarme en la verosimilitud de los hechos. En esta novela hay varias cosas que me han resultado chocantes cuanto menos. Por ejemplo, que Danielle, vigilada y custodiada por la seguridad israelí abandone un piso franco, aunque sea con guardaespaldas, para dar un paseo e ir de compras lo que propicia que la vuelvan a secuestrar (creo que es impensable un fallo de seguridad de ese calibre), o que el protagonista salga a correr y haga una especie de visita turística a diferentes monumentos cercanos a Jerusalén en busca de la fuerza interior para acometer el tramo final de la historia, sabiéndose vigilado. Parece una forma poco normal de proceder para una persona que vive un momento crítico y peligroso de su vida; esta parte parece más un alarde del autor sobre el conocimiento de los lugares que pisa el protagonista que otra cosa. 
        Salvo estos pequeños detalles es un libro que se lee fácil. La acción se sucede construida en torno a capítulos de corta duración que lo hacen ameno y fluido.
       

jueves, 21 de junio de 2018

EL CAPITÁN ALATRISTE DE ARTURO Y CARLOTA PÉREZ-REVERTE



       Este libro es un clásico entre mis clásicos de ahora, como en su día lo fueron los libros de guerra de Sven Hassel o las sagas sobre el Egipto de los faraones de Christian Jacq. Confieso que en esas temporadas en las que no hallo el camino de la creación, me aburro más de lo habitual o no encuentro sentido a aquellos quehaceres que me aportan algo en la anodina y monótona normalidad de la vida, busco refugio en lecturas como las de Alatriste. Tengo la colección entera desde hace tiempo y la releo como lo hago con “la sombra del águila”; son libros de Pérez-Reverte que admiro, que me siguen divirtiendo a pasar de que los he abierto muchas veces para devorarlos, pero es que la forma de llevar la narración, la época en la que transcurren y el especial vocabulario de la España de aquel tiempo que con tanta maestría utiliza el autor forman un conjunto que me fascina; reconozco que me provocan verdadera envidia y me acomplejan, en cierto modo, literariamente hablando.
        El capitán Alatriste es el primero de la saga sobre la vida del veterano de los tercios de Flandes; inmenso, ilustre y ya inmortal personaje creado por Reverte. La historia está narrada por Íñigo Balboa, hijo de un soldado fallecido en Flandes y camarada de Diego Alatriste, quien comparte las aventuras y desventuras de su mentor. Este primer volumen está ambientado en el Madrid de Felipe IV, en el momento que ocurrió un hecho real como fue la llegada a la ciudad, sin previo aviso, de Carlos I de Inglaterra (heredero al trono inglés) y el Duque de Buckingham. Los movimientos de la corte a este respecto y las luchas palaciega se trasladarán a la calle de manos de los protagonistas creando con maestría una mezcla de situaciones que resultan emocionantes y verosímiles.
A los citados personajes históricos ingleses se les suman otros como el Rey Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares, Francisco de Quevedo o Lope de Vega. Redondea la narración la riqueza de personajes novelescos que van encajando en esa trepidante aventura como el Conde de Guadalmedina, Luis de Alquézar y su sobrina Angélica de Alquézar, de cuya pueril hermosura se enamora el joven narrador de la historia, el malévolo inquisidor dominico Fray Emilio Bocanegra o el sicario espadachín italiano Gualterio Malatesta.
El Madrid intrigante y traicionero de la corte y el peligroso, sucio y bullicioso de sus calles suavizan su tono en el interior de la Taberna del Turco, lo hacen más amable. Es allí donde nuestros protagonistas comparten mesa, tertulias y aventuras con actores secundarios sencillos, entrañables, leales, cercanos y repletos de valores (a su manera)  como Caridad la Lebrijana, que regenta el local y tiene una relación con nuestro protagonista, el alguacil Martín Saldaña, el licenciado Calzas, Juan Vicuña, El dómine Pérez o el Tuerto Fadrique. Todos estos personajes secundarios aportarán su granito de arena a un relato que gira en torno al gran protagonista de la saga, Diego Alatriste. Creo que es difícil perfilar la sicología de un personaje con tanta precisión como lo hace Reverte, dibujando al hombre, al espadachín de alquiler, al soldado y amigo leal, y al hombre franco, duro, fiel, con sus particulares conceptos de honor, honra o justicia llevados hasta las últimas consecuencias.
Para finalizar os quiero recomendar el discurso que Pérez Reverte leyó cuando entró en la Real Academia de la Lengua sobre “El habla del Bravo del S. XVII”, un estupendo estudio sobre la lengua de germanías que tanto utilizó para ambientar esta saga. Os lo dejo enlazado, por si os interesa.
Hoy me despido como lo haría, con cierta urgencia, un veterano soldado de los gloriosos tercios, o un bravo y valentón cualquiera de aquella época que tiene que salir por piernas…
Amigos… las afufo, ¡Peñas y buen tiempo!

viernes, 15 de junio de 2018

LA SANGRE DE LOS CRUCIFICADOS DE FÉLIX G. MODROÑO.

        La novela está ambientada en la España del último Austria, Carlos II (finales del S. XVII). La trama arranca en el momento en el que el Obispo de Zamora manda llamar al noble, médico, erudito y pseudo-detective, D. Fernando de Zúñiga, para que investigue un asesinato. La peculiaridad que presenta el homicida es que ha tomado como modelo para el rostro de un crucificado de madera, el semblante de su víctima en el momento de su agonía. D. Fernando inicia la búsqueda del autor del crimen junto a Pelayo, criado del Obispo, una aventura que les conducirá sobre la pista de un escultor portugués, hombre atormentado por el pasado de su familia, que al parecer ha ido dejando su sello de artista en diferentes crucificados con sus correspondientes muertes violentas, lo que les obligará a seguir su rastro en diferentes ciudades como Salamanca, Madrid o Sevilla. En Madrid recibirá el apoyo personal de la reina viuda Doña Mariana con la que guarda un gran secreto, como médico real, sobre su hijo, el rey Carlos II. Los sentimientos de la reina viuda chocarán con los de D. Fernando y sus tristezas y añoranzas; su vida quedó irremediablemente marcada por la prematura muerte de su amada esposa y la voluntaria entrada en un convento de sus dos hijas. Será en Sevilla, la decadente metrópolis a orillas del Guadalquivir, ciudad que languidece inmersa en el barroco, donde se produzca el desenlace de la narración.
        En definitiva, es una historia entretenida, fácil de leer y seguir, y creo que muy bien ambientada, con un buen conocimiento tanto de la época como de los lugares que visitan los protagonistas.