jueves, 26 de julio de 2018

LOS ARCOS DEL AGUA DE MONTSE BARDERI


       Lucio es un noble y arquitecto romano que vive retirado en su hermosa villa de Tarquinia, disfrutando de una existencia apartada y plácida. Hijo de un militar laureado enriquecido por las guerras de conquista, será instruido por Arístides, arquitecto y filósofo que se convirtió en su maestro, amigo y mentor.
        Pero esa cómoda vida se verá truncada al recibir la orden del Emperador de partir hacia Hispania para construir el acueducto de la ciudad de Segovia. El mandato imperial irá acompañado de la triste y fatídica noticia de la muerte de su maestro, Arístides, asesinado cruelmente. Ese sorpresivo nombramiento le será otorgado por su propio mentor quién, en el contrato firmado para la construcción del acueducto, incluyó una cláusula por la cual, si el fallecía, debería llevar a cabo la obra su discípulo, Lucio.
        Nuestro protagonista parte hacia Hispania apesadumbrado, pero decidido a continuar la labor de su maestro y a descubrir quién lo asesinó. Durante el trayecto conocerá a Leukón, enviado por su fallecido mentor para protegerle, antiguo esclavo manumitido por su amo, y se verá envuelto en un complot; alguien intenta matarle antes de llegar a su destino.  Ya en Segovia, Lucio se encuentra con un mundo que está evolucionando. La conquista y colonización romana están acabando con la sociedad comunal de los pueblos del interior como son los arévacos o vacceos; Roma está asimilando a las clases altas locales llevando a la miseria y la esclavitud a las clases bajas.
        Lucio tendrá que hacer frente a dos peligros. Por un lado, el comportamiento prepotente y endiosado de Tito, duunviro de la ciudad (en la práctica es quien tiene el poder, incluso por encima del gobernador, ya que éste viaja continuamente por todo el amplio territorio a su cargo) y del otro, una secta radical indígena muy peligrosa, la secta del sol.
        Lucio iniciará las obras del acueducto ayudándose de Zayin, que ya trabajaba para su maestro, y de Leukón, convertido en fiel colaborador y amigo. Además, conocerá el amor de la mano de Amal, una egipcia diferente, albina, inteligente y docta que le es entregada como esclava por su propio padre, avergonzado de su aspecto y que la ve como la causante de la muerte de su madre en el parto y de su propia desgracia (se vio marginado por su causa y obligado a emigrar de su hogar en Egipto). Amal, sola y perseguida por los prejuicios de la secta del sol, quedará bajo la protección del arquitecto.
        A lo largo de la narración, Lucio luchará por el amor que siente por Amal mientras intenta sobrevivir a la conspiración que urden contra él los mismos que asesinaron a su maestro; se sienten acosados por sus investigaciones. Además, deberá encauzar la magna obra de la construcción del acueducto entretanto que vive un auténtico debate interior entre los beneficios que el “progreso que Roma impone” a cada región conquistada, y la opresión y los cambios que la colonización llevan a los pueblos sometidos; un cambio radical a todos los niveles; político, social, económico y jurídico.
        Ha sido un paseo agradable por la Segovia romana, recordando en muchos momentos las estupendas visitas que hemos hecho a tan hermosa ciudad y a tan espléndida edificación. Deseando volver por allí, como siempre…

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