domingo, 22 de agosto de 2021

LA VENUS DE COBRE DE LINDSEY DAVIS.


          “La Venus de Cobre”, de Lindsey Davis, es la tercera entrega de la extensa saga que, ambientada en la Roma imperial del s. I, protagoniza el detective Marco Didio Falco.
        Tras la vuelta de su largo periplo por Italia en la segunda entrega, “La estatua de bronce” (reseñada hace algunas semanas también en mi blog), Falco sufre la inquina de Anácrites, jefe de los servicios de espionaje de Vespasiano, que consigue encarcelarlo en la terrible prisión de Latumia por un delito fiscal (en la anterior novela Falco utiliza unos lingotes de plomo propiedad del estado para hacerse pasar por vendedor de tuberías y así progresar en sus investigaciones sobre el asesinato de un sacerdote). Son muy curiosas tanto la convivencia que tiene con una enorme rata dentro de la celda, como las reflexiones del protagonista.
        Excarcelado gracias al tesón de su madre, Marco verá vetada su principal fuente de ingresos, el Emperador, dado que Anácrites le ha puesto en busca y captura. Sin fuente de ingresos estable se ve obligado a volver a aceptar un caso particular. En esta ocasión serán dos libertas las que pretenden sus servicios; Sabina Polia y Hortensia Atilia quieren que investigue a la prometida de uno de los libertos con los que conviven, Hortensio Novo.
        Falco indagará en el pasado de la prometida de Novo, Severina Zótica, una “novia profesional”; sus anteriores maridos han muerto todos en extrañas circunstancias y ella ha mejorado su situación económica tras cada uno de los óbitos. El caso se complica con la muerte “prematura” (antes de casarse con Severina Zótica) de Hortensio Novo, envenenado durante una cena de negocios en su casa con sus socios libertos Hortensio Félix y Hortensio Crépito, y el magnate inmobiliario Apio Priscilo, y la de su cocinero galo Virindovix al día siguiente.
      Falco tendrá que descubrir el papel que juegan los protagonistas en el asesinato; los socios de Novo, los libertos y Priscilo contrariados por los planes inmobiliarios de Novo, las dos libertas que le han contratado, y Severina Zótica, quien esta vez no ha logrado casarse con su nueva posible víctima.
        De nuevo asistimos a una narración entretenida donde, en este caso, la autora nos introduce en el mundo romano de esclavos y libertos, y en el de la especulación inmobiliaria. El relato no deja de tener su tono humorístico destacando el momento en el que el emperador hace llegar a Marco un gran rodaballo como agradecimiento por sus servicios, organizándose después una fiesta caótica en torno a la elaboración del enorme pescado en la nueva casa de alquiler de Falco con la presencia de su variopinta y entretenida familia y de Helena Justina, su novia, a la que acaba asistiendo, sorpresivamente, el propia emperador, Tito Vespasiano, y su tono dramático, cuando el edificio donde viven Falco y su amada se derrumba provocando la muerte de varios inquilinos y la angustia de los protagonistas hasta que descubren que ambos se han salvado.
        Pero no quiero desvelaros más detalles. Os invito a leer esta nueva y entretenida entrega de las aventuras de Marco Didio Falco y de su hermosa e inteligente prometida Helena Justina. No creo que os defraude. Saludos.


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