“El príncipe rebelde”, de Manuel
Fernández Álvarez, es una novela histórica que nos acerca al relato de hechos
reales acaecidos en el s. XVI, hechos dramáticos de gran repercusión en las
cortes europeas, y que contribuyeron, en gran medida, a potenciar la leyenda
negra del reinado de Felipe II.
Tengo
gran debilidad por la obra del profesor Fernández Álvarez, un extraordinario
historiador. Se me hace raro leerle en esta incursión en el género de la novela
histórica, pero reconozco su estilo ameno y cercano. El profesor nos propone
una recreación de lo que pudo suceder en aquellos terribles meses en los que
Felipe II se vio obligado a detener la traición de su propio hijo, el príncipe
Carlos, apresándolo y confinándolo en el Alcázar; algo que al final le costó la
vida. Al parecer el príncipe no estaba muy en sus cabales; a las malformaciones
congénitas provocadas por el abuso de la consanguinidad en los matrimonios de
los Austrias se sumó una caída en Alcalá de Henares que le provocó una herida
en la cabeza que casi le cuesta la vida, y que debió de contribuir a empeorar
su estado mental.
El
profesor Fernández Álvarez hace arrancar su novela en el presente donde narra
en primera persona como el protagonista adquiere un cuadro en el rastro por mediación
de un amigo, intrigado por el parecido físico entre él y el retratado. Después
lo colgará en el salón familiar aludiendo a que se trata de un antepasado del s.
XVI, Tristán, el bufón del príncipe Carlos. A partir de este momento comenzará a
tener unos extraños sueños, incluso sufrirá un proceso febril, en el que se
verá viviendo, en las carnes del bufón, los hechos sucedidos en los últimos meses
de vida del príncipe.
La
novela es un pretexto para acercarnos a aquellos momentos dramáticos del s. XVI.
Y lo hace un profesional de la historia, de manera divertida y coloquial en la parte
que trata el momento presente, y enmarcando acertadamente los hechos
pretéritos, asomándose al sentir de la sociedad, Villa y Corte madrileña, incluso
acomodando el lenguaje a la época.
Se
trata pues de una novela entretenida, muy bien ambientada como corresponde a la
extraordinaria formación del autor, con riguroso peso histórico en
localizaciones y personajes. He leído varios libros del profesor, y esta
incursión en la novela resulta interesante, aunque yo me quedo con el extraordinario
peso de su obra de investigación histórica, (es un auténtico referente en cuanto
al reinado de Carlos V) y en su excepcional labor divulgadora en este campo. Os
recomiendo libros como “Juana la Loca” la cautiva de Tordesillas, “Isabel la
Católica”, “Carlos V, un hombre para Europa”, “Felipe II”, “La princesa de
Éboli”, la mujer más controvertida del s. XVI, “El Duque de Hierro, Fernando
Álvarez de Toledo, III Duque de Alba” (descatalogado, pero se puede conseguir
en Pdf o Ebook), “la gran aventura de Cristóbal Colón” …etc. Son obras en las que,
su peculiar forma de narrar hace que podamos beber de sus vastos conocimientos
históricos de manera amable y provechosa. ¡Soy muy fan!
No
quiero acabar mi comentario sin hacer referencia a la portada del libro, un
extraordinario retrato, “El
príncipe don Carlos”, obra de Alonso Sánchez Coello, óleo sobre lienzo que
podéis admirar en el Museo del Prado; una delicia hacerlo in situ. Os lo dejo
enlazado pos si queréis apreciar su gran detallismo en las vestimentas.
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