“Los galeones del rey” de José
Calvo Poyato es una novela histórica ambientada en Sevilla, concretamente en
1646, un momento de crisis en la monarquía hispánica, de declive de nuestras
armas en toda Europa, al igual que de decadencia de la ciudad hispalense; no
olvidemos que se sitúa a tres años de la gran peste que reducirá a la mitad la
población de la capital andaluza, hecho que precipitará su abandono en favor de
la emergente Cádiz, ciudad que la sustituirá como capital del comercio
americano.
La
narración arranca en el momento previo a la llegada de la flota de indias, de la
que se dice que porta uno de los cargamentos más valiosos de su dilatada
historia.
Un grupo de
conspiradores capitaneados por el Duque de los Alcores, Rodrigo Ponce de León,
planea hacerse con tan preciado tesoro. Para ello harán correr el bulo de que
la peste, traída por la flota de indias, se ha extendido virulentamente por la
costa gaditana y onubense. En un momento donde las comunicaciones son lentas,
este poderoso grupo se hará con el control de la información que llega a
Sevilla, ciudad que se ve absolutamente convulsionada, cuyas autoridades
civiles y religiosas deciden cerrar sus puertas, organizar procesiones para
tratar de contener la parca, y ordenar una preventiva cuarentena par los galeones
de la flota en el Arenal.
Diego
Ruiz de Acevedo, medico de prestigio en la ciudad, que ha estudiado en Holanda y
que ha pertenecido a los Tercios de Flandes, y su fiel amigo, Jerónimo de
Loaysa, un ilustre imaginero cuya obra maravilla a sus conciudadanos, se
enfrentarán a los conspiradores. El médico será comisionado por las altas
instancias sevillanas con el objetivo de investigar la extensión del foco pestilente
en las costas andaluzas, descubriendo su inexistencia. El imaginero, que vive
un fogoso e imposible amor con la mujer del malvado Duque de los Alcores, la
portuguesa Leonor de Mascarenhas, descubrirá por casualidad las intenciones de Rodrigo Ponce de León y sus secuaces.
Ambos
pondrán en peligro su vida para intentar frustrar los planes de los
confabulados, enfrentándose al poderoso grupo nobiliario que controla, con
sobornos, gran parte de las altas esferas civiles y religiosas de la ciudad.
Se
trata de una novela que se lee muy fácil dado que el autor nos transporta con
gran acierto a la Sevilla del momento (aquel que conozca la ciudad podrá situar
gran parte de los escenarios de la narración), una urbe que se mueve entre la devoción
y la religión, entre el libertinaje y la delincuencia, donde los palacios de
los nobles y las grandes instituciones como el Cabildo Catedralicio o la Casa
de Contratación toman el mismo protagonismo que el mundo de los bajos fondos
encarnados por las tabernas, mesones y mancebías insalubres. En definitiva, una
novela con todos los ingredientes para pasar un buen rato; amistad, amor,
intriga, traición, corrupción y ambición se mezclan en jugosas dosis para
lograr transportarnos a la Sevilla de mediados del S. XVII.
Buenas exposiciónes
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