Acabo
de leer el libro “Pachucha tirando a mal”, las nuevas aventuras del marqués de
Sotoancho, de Alfonso Ussia y me he divertido. Ya desde la primera página, donde el
autor nos define al protagonista como “pichafloja y tontorrón” “infeliz o zangolotino”
el texto promete.
La
narración comienza poniéndonos brevemente en antecedentes sobre las anteriores
entregas de la saga, las aventuras y desventuras del marqués siempre bajo la
lúgubre sombra de su original, conservadora e insoportable madre, la marquesa,
y nos presenta, acertadamente, al resto de personajes que han participado en
esta divertida serie.
En este libro, el protagonista, Cristian
Ildefonso Laus Deo María de la Regla Ximénez de Andrada y Belvís de los
Gazules, Valeria del Guadalén y Hendings, (hay que reconocer que ya sólo leer
el nombre puede provocar, al menos, una sonrisa), en contra de los designios de
su insufrible progenitora, contrae nupcias con la hija de Lucas, el guarda de su
finca, la Jaralera, mucho más joven que él, y que responde al plebeyo nombre de
Marisol.
La trama de esta nueva entrega girará
principalmente en torno al feliz matrimonio y al sorpresivo, ajetreado y muy
fértil embarazo de Marisol, y su continuo enfrentamiento con la antigua
marquesa que queda relegada al título de marquesa viuda, después de que Susú
(así llama su madre a Cristian) tome las riendas de la Jaralera (descubre y
explota ciertas debilidades de su progenitora como son un oculto y escandaloso
amorío de juventud, o su desmesurada afición a la bebida).
Los
personajes secundarios toman también protagonismo al desarrollar tramas
secundarias que Ussía liga con la principal con grandes dosis de humor. Así, Tomás,
mayordomo y ayuda de cámara del marqués, su brazo derecho, vivirá una fugaz
aventura con Flora, doncella en la Jaralera, mujer pretendida también por
Pepillo el jardinero y por Lucas, el padre de Marisol, y examante del nuevo
legionario y antiguo secuestrador de la marquesa viuda, “el cigala”.
Don
Ignacio, el capellán glotón que vive muy bien a costa de los marqueses, sufrirá
la transitoria demencia de la marquesa viuda tras una caída sufrida por ésta en
un convento al que se había retirado por las ya nombradas desavenencias con su
hijo y nuera (Se cree una niña; regresa mentalmente a la infancia y confunde al
capellán con su primo “pototo” obligándole a jugar con ella a todas horas).
Además,
Juan José, tío de Sotoancho, un viejo verderón y sinvergüenza de más de 90 años,
vivirá una aventura amorosa con la bella Elena, una más en su dilatado curriculum
sexual que incluye amantes, matrimonios y prostitutas, nueva doncella de la
finca y maestra de la escuela, a pesar de haber 60 años de edad de diferencia
entre ambos.
No profundizo más por si alguien quiere
leer lo que considero un divertido libro escrito por un maestro del humor y la
ironía.
Jajaja me has convencido lo leere parece divertido, gracias
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