domingo, 2 de mayo de 2021

LAS SIETE MARAVILLAS DE STEVEN SAYLOR.

 

      

       Últimamente, eso me parece a mí, quizá lo haya estado haciendo toda mi vida, me da la impresión de que voy dando palos de ciego con mis lecturas. Me siento como si buscara algo y no supiera el qué.
      En este caso he empezado otra saga que se desarrolla en la antigua Roma. El autor es Steven Saylor, y acabo de terminar el primero de los libros de la serie, “La siete maravillas”, protagonizado por el “sabueso Gordiano”, un detective (os sonará a los que hayáis tenido la paciencia de leerme, porque, a medio libro, es decir, la semana pasada, me dio por recordar esas siete maravillas de la antigüedad con mi Sara y publicarlo en el blog).
     Consultando la obra completa de Saylor, decidí comenzarla cronológicamente, no por orden de publicación. Parece ser que el autor, ya avanzada la saga, sintió la necesidad de contar cual había sido el primer viaje de Gordiano en compañía de su tutor, el poeta Antípatro de Sidón, porque a lo largo de sus libros lo menciona en varias ocasiones.
        El caso es que el texto nos desvela datos muy interesantes de esos monumentos y de cómo pudieron ser, gracias a la extensa documentación que maneja el escritor. El hilo narrativo va saltando de maravilla en maravilla en un viaje interesante e instructivo en el que un joven Gordiano irá manifestando sus grandes habilidades como investigador.
        La acción se desarrolla entre el 92 a.c. y el 90 a.c., y arranca en Roma, donde el padre de Gordiano, detective de profesión, organiza el viaje de su hijo y su maestro y educador, Antípatro de Sidón, dándose la extraña circunstancia de que éste último simula su propia muerte antes de partir, adoptando una nueva identidad, Zótico de Zeugma.
        La primera escala del viaje será Éfeso con el objetivo de visitar el magnífico Templo de Artemisa. Allí Gordiano comienza a descubrir sus grandes dotes, al resolver el misterioso asesinato de una joven, acaecido durante una procesión sagrada en honor a la diosa Artemisa.
        Después visitarán Halicarnaso donde admirarán su grandioso Mausoleo. Allí Gordiano conocerá a dos viudas sospechosas de asesinato y acabará averiguando el secreto que esconden.
        Continuando su viaje, acudirán a una Olimpiada y admirarán la majestuosa estatua de Zeus en Olimpia. Nuestro protagonista se verá envuelto en un nuevo misterio y demostrará la inocencia de un luchador griego acusado de asesinato.
        La cuarta escala es la única que no está relacionada con una de las siete maravillas. Antípatro y Gordiano se detienen unos días ante las ruinas de Corinto, arrasada hasta los cimientos por sublevarse contra Roma. Gordiano revelará la causa del horrible asesinato de un grupo de soldados turistas romanos en la taberna donde se alojan.
        Más tarde harán escala en Rodas donde contemplarán los restos del Coloso, arruinado por un gran terremoto, e investigarán la destrucción de un modelo de la magnífica estatua, hecho de escayola, hallado en una ciudad cercana.
        Luego viajarán a Babilonia donde acudirán ante las ruinas de los jardines colgantes y las de sus murallas, y visitarán un grandioso, aunque deteriorado y expoliado, Zigurat. En esa ciudad Gordiano hará frente un horripilante fantasma asesino, un lémur.
      Siguiendo su periplo, nuestros viajeros recalarán en Giza para contemplar las pirámides. Ambos entrarán en la gran pirámide de Keops, y Gordiano acabará por resolver el “enigma de la esfinge”.
        Para terminar, se instalarán en Alejandría, donde admirarán su ciudad, y su faro, la última de las siete maravillas. Será aquí donde Gordiano descubrirá el verdadero objetivo del viaje de su maestro. Nuestro protagonista decidirá permanecer en la capital ptolemaica sobreviviendo con el dinero que le ha enviado su padre y explotando sus habilidades en algunos trabajos. Finalmente, Gordiano comprará la octava maravilla del mundo, una bella esclava con muy mal carácter, Bethesda.
        Y eso es todo. El texto parece una mera excusa para contarnos como eran las siete maravillas, pero debe ponerse en valor relacionándolo con el resto de libros de la saga (espero que sea así a medida que los lea, si es que lo hago). De todos modos, se lee bien y entretiene con los misterios que resuelve el joven “sabueso Gordiano, además de que nos ilustra sobre la magnitud de aquellas siete maravillas de las que sólo una ha sobrevivido, la gran pirámide.

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