“EL GENERAL MALDITO”, de Javier
Arias Artacho, es una novela histórica de misterio y suspense, ambientada en la
época del Emperador romano Vespasiano, en torno al año 70 d.c. La acción se
desarrolla en Jerusalén, Jericó y, fundamentalmente, Roma.
El
protagonista principal es Marco Grato, general que comanda la undécima legión
romana, y que ha participado en el asedio, conquista y destrucción de Jerusalén,
formando parte de las tropas del Tito, futuro emperador, e hijo de Vespasiano (ambos
tienen su pequeño papel en la trama).
La
novela comienza con la desaparición del protagonista víctima de una emboscada
mientras se dirige a Jericó; un misterioso viaje que realiza en contra de los
consejos de sus compañeros de armas, pero que finalmente autoriza el propio Tito.
Marco Grato y su pequeña escolta sufrirán una cruenta celada de la que,
milagrosamente, solo se salva el protagonista, quien reaparece meses después, cuando
sufre un accidente a la entrada de Jerusalén. Reconocido por sus soldados, se recuperará,
aunque padecerá una importante secuela; ha perdido la memoria.
Con
esa amnesia, regresa a Roma a intentar recuperar su vida en su hogar, una villa
a las afueras de la capital del imperio. Allí da muestras de un radical cambio
de carácter, algo que afectará a la relación con su esposa, hermano, y
esclavos. Su vida se convertirá en la continua búsqueda de su pasado, algo que
le llevará a hacer sorprendentes descubrimientos sobre sus actos, su familia, y sobre el resto de personajes.
La narración le
permite al autor darnos unas certeras pinceladas sobre la sociedad esclavista
romana, el contraste entre el mundo de los esclavos y de los amos, de la vida de
lujo en la Villae, situadas en las
afueras de las ciudades, villas que se construían en torno a una domus (vivienda) lujosa, decorada con
pinturas y mosaicos, con patio porticado y estanque en medio, donde se recoge
el agua de la lluvia –impluvium- que
todos hemos visto reproducidas en museos y películas (os recomiendo que
visitéis la Villa de la Olmeda en Palencia, o la de Almenara-Puras en
Valladolid, en esta última hay un edificio que reproduce el edificio principal
de uno de estos complejos) con sus explotaciones agrarias y ganaderas anexas, y
las Insulae, construcciones que proliferaron
en Roma llegando a ser más de 46.000; edificios de varias plantas construidos
con materiales pobres, susceptibles de derrumbes e incendios, donde las
personas se hacinaban de forma insalubre.
Es
una novela entretenida, bien ambientada, bien escrita, con una acción ágil que
te atrapa de principio a fin, y con un desenlace sorprendente. No se puede
pedir más a una novela.
N.B.– Siempre bajo mi modesta
opinión, si tuviera que ponerle un pero, es que creo que abusa un poco del
recurso literario del símil o la comparación, algo que a algunos les parecerá
que ralentiza su lectura; otros opinarán que la enriquece. Cuestión de gustos.
Pues tiene buena pinta ;)
ResponderEliminarEstá bien, la trama es elaborada y el final resulta sorprendente.
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