“Pecado”, de Benjamin Black es, a
mi juicio, una buena novela negra, que recibió en 2017 el XI premio RBA de
novela policíaca.
La
narración está ambientada en Irlanda, en los años 50, en el condado de Wexford,
y el hilo argumental gira en torno a la casa solariega de Ballyglass House,
propiedad de una reputada familia aristocrática venida a menos, los Osborne,
donde, en su biblioteca, aparece el cadáver del sacerdote católico Tom Lowless brutalmente
asesinado (ha sido apuñalado en el cuello y luego castrado)
Para
investigar el caso es enviado desde Dublín el inspector Strafford, un policía
que no lo parece, desgarbado, abstemio y protestante, en un país de abrumadora
mayoría católica. Durante sus pesquisas recibirá el apoyo de su jefe, Hackett,
y de su ayudante Jenkins, y también las fuertes presiones de la poderosa
iglesia católica, especialmente las del temible e influyente arzobispo de
Dublín, que trata de que el caso no salpique el prestigio y buen nombre de la
institución.
Desde
un primer momento los personajes van surgiendo perfectamente definidos. En
Ballyglass House, el coronel Osborne, militar retirado, es el patriarca, y se
ha casado en segundas nupcias con una mujer mucho más joven, lánguida y enfermiza,
Sylvia. Los hijos del primer matrimonio Osborne son Dominic, un estudiante de
medicina sin vocación, y su rebelde y manipuladora hermana Lettie. Además,
aparecerán en la trama otros personajes como Fonsey joven rudo, misterioso y
solitario que vive en una caravana y que se encarga de los caballos del coronel,
la sirvienta de la casa, la Sra. Duffy, o el doctor Hafner, al que apodan “el
Boche”, que visita, con sospechosa asiduidad, a la que parece su “paciente
predilecta”, la enfermiza Sra. Osborne.
En
la Gavilla de Cebada, la pensión donde se aloja Strafford, conoceremos
personajes como Matty Moran, viejo y cotilla, Reck, el carnicero que junto a su
esposa regenta el establecimiento, Freddie Harbison el hermano derrochador, bebedor
y mujeriego de la débil señora Osborne, y a la voluptuosa Peggy, empleada de la
pensión que hará las delicias del inspector regalándole una especial Nochebuena
colándose furtivamente en su cama, arriesgándose a perder su puesto de trabajo.
También tomará cierto protagonismo al final de la novela el sargento Radford,
jefe local de la policía, un hombre alcohólico que ha perdido a un hijo
Lawrence ahogado.
El texto no
presenta una trama complicada; es bastante lineal, fácil y atractiva de seguir.
Me gusta como el autor define los lugares, ambientes, situaciones y personajes;
ese paisaje nevado del invierno irlandés, el decadente y frío Ballyglass House,
la atmósfera de la Gavilla de Cebada, una pensión de una localidad pequeña. Además,
la novela aborda temas problemáticos, muy del momento, como pueden ser la división
religiosa en Irlanda con esa mayoría católica, o a la marcada jerarquización
social.
Así
que os dejo con las investigaciones de Strafford y con los misterios de la
novela: ¿Cómo murió la primera Sra. Osborne? ¿Qué hay detrás de la preocupante
desaparición de Jenkins, el ayudante del inspector Strafford? ¿Por qué le
cortaron “los aparejos” al padre Lowless? ¿Por qué le preocupa tanto al
arzobispo de Dublín la investigación? ¿Qué secretos esconden el Padre Lowless,
Fonsey, Dominic o Lettie? Espero que os entretenga si os animáis.
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